Marie BONNIN
Grabado
Biografía
Después de estudiar literatura, Marin Bonnin ingresó en la École nationale des Arts Décoratifs, en Imagen Impresa. Allí descubrió el grabado, la serigrafía y la capacidad casi mágica de las técnicas de impresión manual para hacer aparecer imágenes. Allí desarrolló un gusto por la experimentación y la mezcla de técnicas de impresión, así como una sensibilidad por los libros y los objetos impresos. Después de graduarse, trabajó en varios proyectos de ilustración y edición y dibujó para Hermès-París mientras desarrollaba su práctica personal. En 2014, obtiene la beca Déclics Jeunes de la Fondation de France para un proyecto de impresión móvil y propone regularmente iniciaciones al grabado en escuelas y festivales.
Su práctica artística se centra en la contemplación de paisajes, partiendo de la memoria de lugares viajados o familiares como terreno ideal para hacer una imagen. Observa el tiempo en el trabajo y desarrolla su reflexión en torno a los "paisajes palimpsestos", que revelan su profundidad revelando la huella del tiempo bajo los estratos de sus múltiples variaciones. El grabado le permite así dar una verdadera materia a todo eso.
Proyecto
En residencia en la Casa de Velázquez, Marie Bonnin continúa su reflexión sobre el paisaje y su memoria invirtiendo un texto literario. Su proyecto encuentra su punto de partida en la historia de Julien Gracq, Un balcon en forêt, que cuenta la historia de la vida suspendida de un joven oficial francés movilizado en las Ardenas durante la guerra. Los temas abordados por el escritor encuentran eco en su práctica: relación íntima con la geografía, descripción de la naturaleza y los paisajes, gusto por los lugares altos, abandono de personajes, al lado del mundo y fuera del tiempo.
La artista tratará así de capturar, a través de una serie de grabados, a este laissez-aller, a esta casi disolución del personaje que, a fuerza de espera, se deja deslizar en el abismo que le ofrece el bosque.