Novedad editorial
La alianza entre Francia y España en el siglo XVIII, de la que el comercio era la columna vertebral, llevó a la creación de un cargo específico: el Agente General de la Marina y del Comercio francés. En la intersección entre los mundos político y comercial, y piedra angular de la red consular francesa en la Península, los once «hombres en la sombra» que ocuparon el puesto instaurado en Madrid entre 1702 y 1793 ejercieron de informadores, negociadores y mediadores. El estudio de estos intermediarios revela la complejidad de las crecientes interacciones entre los círculos de negocios, las relaciones internacionales y la pericia en asuntos económicos.
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