Grabado
 

Biografía

Después de estudiar en Lyon y Bruselas, Sylvain Konyali se matriculó por primera vez en un taller de grabado en Milán durante un año de intercambio. Tras un primer Master en Dibujo (ERG, Bruselas), retomó el ciclo de Master, esta vez especializado en Grabado e Imagen Impresa en la Real Academia de Bruselas. Una vez terminado, convirtió un pequeño camión en un taller para cruzar las carreteras de Francia, Bélgica e Italia. Este taller de grabado desplegable y móvil le permite así desarrollar su práctica durante sus viajes, como fue el caso de Florencia, donde recientemente recibió una formación técnica como "grabador-impresor" durante tres meses en la Fundación Il Bisonte.

Sus imágenes tratan de la captura de un momento a otro, y a veces de uno mismo. Son intentos de transcribir la naturaleza de un momento, una relación o una historia con alguien.

Recibió la mención honorífica del jurado en el premio de grabado de la Federación Valonia-Bruselas en 2015. Desde entonces ha participado en numerosos premios, festivales y residencias en Francia, Bélgica, Luxemburgo, Italia y Suiza. En 2017, ganó dos premios en la inauguración del Premio Hamesse en Bruselas.

Proyecto artístico

El proyecto en residencia de Sylvain Konyali se inscribe en la continuidad de su trabajo sobre la noción de serialidad, el grabado que permite imprimir todos los estados de una imagen hasta el llamado "final". Así, se interesa por cada una de estas etapas, como la propia construcción de la imagen, aceptando la evolución de la serie como parte del proceso creativo. La secuencia de imágenes se construye a través del encuentro con la persona representada.

La impresión de los diferentes estados de la placa deja a las imágenes la capacidad de evolucionar y transformarse, en la imagen de la relación con el otro impuesta por estos encuentros repetidos y el vínculo invisible mantenido con el sujeto.

Las diferentes técnicas de grabado permiten apoyar la sensación del momento: iniciar una relación física y directa sobre el metal gracias a las puntas secas o indirectamente a través de la mordida lenta de ácido. El largo proceso de grabado se convierte entonces en una forma de pensar sobre esta relación, desde la preparación de una matriz metálica hasta su incisión, desde su anclaje hasta su impresión en un soporte de papel. Las imágenes también se construyen alrededor de posibles arrepentimientos o fracasos.La impresión es la huella gráfica del momento compartido.

Este proyecto profundiza así en la investigación ya realizada por el artista, mezclando la relación con los demás y las posibilidades del medio del grabado.