Benjamin Attahir

 

 

COMPOSICIÓN MUSICAL

 

 




Benjamin Attahir nació en Toulouse en 1989, empezó por aprender a tocar el violín y muy pronto se apasionó por la composición. Entre sus maestros figuran Édith Canat de Chizy, Marc-André Dalbavie, Gérard Pesson y Pierre Boulez.

Ganador de numerosos concursos y premios como el USA IHC de Bloomington, la Tribuna Internacional de Compositores de la UNESCO, varios galardones de la SACEM así como de la Academia de Bellas Artes, en 2019 y 2021, fue nominado a los premios Victoires de la Musique en la categoría de Música Clásica.

Sus obras fueron interpretadas por diversos conjuntos y orquestas (Staatskapelle de Berlín, Orchestrea National de France, Orchestre Philarmonique de Radio France, Orchestre du Capitole de Toulouse, Orchestre Philarmonique de Helsinki, Netherlands Philharmonic, Orchestre de Chambre de Lausanne , Ensemble Intercontemporain, Tokyo Sinfonietta…). Ha sido compositor en residencia de la Orchestrre National de Lille, del Gulbenkian en Lisboa y ha participado en numerosos festivales (Aix-en-Provence, Gstaad, Les Arcs, Messiaen, Lucerne Festival...)

En residencia en la Villa Médicis (2016-2017), descubrió la obra del autor y dramaturgo Lancelot Hamelin con la que desde entonces ha establecido un diálogo ininterrumpido.

Autor de dos óperas cuyos estrenos dirigió él mismo en 2012 y 2015, el ámbito escénico es la columna vertebral de sus composiciones musicales que, al igual que sus orígenes, encuentra su inspiración a mitad de camino entre oriente y Occidente. En 2019, dirigió la orquesta de La Monnaie de Bruselas en su tercera obra lírica, Le Silence des Ombres con libreto de M. Maeterlinck.

Colabora de forma regular con artistas como D. Barenboim, R. Capuçon, B. Chamayou, E. Pahud, J.G. Queyras, M. Coppey, H. Demarquette, G. Caussé, H. Kang, G. Laurenceau, T. Sokhiev, así como con varias compañías: la Comédie Française o el Teatro Liyuan de Quanzhou.

Sus obras son publicadas por Durand-Salabert (Universal Music Publishing).

 

EN RESIDENCIA

Durante el verano de 2013, el Bîmârstân Al-Arghoun, célebre hospital psiquiátrico medieval situado en el centro de Alepo, fue bombardeado. Con él, se atacó un símbolo y uno de los últimos vestigios de estos establecimientos del mundo árabe-islámico del siglo VIIal XVII. Pasillos curvos, salas hexagonales, fuentes en los jardines, presencia continua de músicos de la ciudad… En estos hospitales, todo respondía a una arquitectura dirigida a reducir los sufrimientos psíquicos.

Aunque exista toda una literatura que aborda la influencia del espacio en la psique –de los surrealistas a los situacionistas– durante largo tiempo la psiquiatría occidental parece haber ocultado esta dimensión que la medicina islámica medieval ha explorado muy seriamente. Esta ruptura en la continuidad del conocimiento sirvió de punto de partida para el proyecto de Benjamin Attahir, con y a iniciativa del escritor Lancelot Hamelin.

Materializada en un oratorio cuya estructura se basa en los planos de estos grandes hospitales psiquiátricos, surge una ficción entre dos épocas. Hoy: unos soldados huyen de la locura de la guerra y se refugian en las ruinas del hospital; uno de ellos, un músico, ha abandonado su instrumento tomando las armas. En la Edad Media: en el centro psiquiátrico, todos se preguntan lo que ha llevado al silencio al músico de la ciudad. Dos caras de la locura que se reflejan y dialogan a lo largo del oratorio.

En España, Benjamin Attahir parte al encuentro del Maristán de Granada para comprender e interrogar el Bîmârstân Al-Arghoun de Alepo. Estudia su arquitectura, como encarnación de los valores del mundo musulmán medieval, donde la belleza, la armonía y el equilibrio eran considerados elementos curativos.

Analizando estas fuentes, tanto arquitectónicas como arqueológicas, explora de este modo una pista de trabajo dirigida a edificar una forma musical que es un reflejo de la disposición arquitectónica y topológica. En paralelo, se orienta formalmente hacia una reactualización del objeto continuo, sistema de realización musical que sustituye al instrumentista acompañante en el centro de la construcción dramatúrgica mediante un diálogo siempre renovado con el texto vocalizado.


BĪMĀRISTĀN - GRANADA - ÓPERA - CONTINUO

 

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01/01/1970 - Francés