Eve Malherbe
ARTES PLÁSTICAS
Artista multidisciplinar, Eve Malherbe se ha formado en diferentes campos en Francia y en España: Artes Plásticas en Aix y en Lille, Arquitectura de interior y Diseño en París e Historia del Arte en València.
Su obra cuestiona la relación entre la representación de los cuerpos y diferentes territorios, tanto iconográficos o sociales como medioambientales.
Para ello, utiliza un motivo recurrente, el drapeado, que concibe como un “síntoma” plástico, fenómeno revelador de la pintura. Para Eve Malherbe, el trabajo del drapeado y del pliegue representa el arte pictórico: el acto de plegar modifica una superficie plana, creando así un espacio tridimensional, de la misma forma que el acto de pintar interrumpe la virginidad del lienzo para crear una profundidad propicia para la narración.
De este modo, crea ligeras alteraciones de la realidad obtenidas mediante anacronismos, deformaciones y superposiciones para obtener unas estructuras ficticias inéditas. En su conjunto, sus obras tratan de buscar un “estado límite” de la imagen, situado entre la estabilidad de las formas y su carácter inasible, para que toda lectura monosémica sea abandonada.
Su obra ha sido presentada en numerosas exposiciones colectivas, en la exposición del Gran Premio del Institut Bernard Magrez de Bordeaux, en el CRAC – Biennale d’arts actuels à Champigny-sur-Marne o en la Biennale du dessin actuel “Grafia” en Saint-Affrique, entre otras. En 2019, recibió el segundo premio de dibujo Pierre David Weill de la Academia de Bellas Artes.
EN RESIDENCIA
Aunque encuentre generalmente su culminación en la pintura o el dibujo, el proceso de creación de Eve Malherbe no deja de ser fundamentalmente trandisciplinar. Para construir sus composiciones, convoca tanto el diseño de espacio como las Artes Plásticas o la Historia del Arte. A partir de este diálogo, elemento fundamental en la elaboración de una narración rearticulada, la artista desarrolla lo que ella misma define como un proceso en espiral.
En su proyecto en residencia en la Casa de Velázquez, Eve Malherbe centra su atención en un motivo ya recurrente en su obra: el del pliegue. Pliegues que ocultan, pliegues que revelan, pliegues que unen o que borran. Pliegues que, por el juego de la superposición, reinventan nuevas formas e invitan a nuevas lecturas. Sean velos, drapeados o formas más abstractas o experimentales, se convierten en esa distorsión – este “zarcillo” en botánica – del sujeto esperado que la artista busca para altear lo real y desencadenar los mecanismos de un imaginario fuera de campo.
En España, Eve Malherbe se inspira en el estudio del pliegue barroco del Siglo de Oro. Analiza su uso en su función no sólo plástica sino también espiritual, en contacto con una época recorrida por las cuestiones religiosas y las aspiraciones a la trascendencia: los drapeados del Greco como elementos plásticos relacionados con la fragmentación, los de Zurbarán por su carácter vertical y místico o los de Ribera por su naturalismo “arrugado” y su relación con la materia.
Estas representaciones de lo que ha sido revelado, del milagro cotidiano y de la catástrofe, tan ricas y singulares de la época áurea, se encuentran de este modo enfrentadas a la iconografía actual en unas series de dibujos experimentales que utilizan, en algunos casos, unas capacidades propias de la pintura o de la escultura, en una reflexión multidimensional entre medio, forma y sujeto.
VELO - HÍBRIDO - PLIEGUE - PUESTA EN ESCENA - POLIFONÍA