La Dama de Elcge es la obra más famosa del arte ibérico y una de las más asombrosas. Al igual que el arqueólogo francés Pierre Paris, numerosos investigadores han quedado impresionados por la «inquietante extrañeza de su belleza» y se han preguntado por este busto.
La particularidad de este libro es que lo enfoca desde tres puntos de vista: arqueológico, histórico y antropológico. Aclara lo que se sabe, y lo que aún se desconoce, sobre la historia de esta escultura en época ibérica; restituye los debates abiertos en 1897 por su hallazgo entre los arqueólogos europeos, en especial en Francia; rastrea los procesos que dieron en el siglo XX a esta estatua un valor identitario, en particular durante el régimen franquista que, viendo en el busto la «faz primigenia (…) de España», hizo de él un icono nacional.