En su residencia, Antoine Nessi continúa su exploración de las máquinas totalizadoras y su retrato en negativo de la sumisión de los seres frente a la exageración productivista. Este año realizará una serie de maquetas ideadas como propuestas para «arquitecturas-máquinas»; espacios penetrables que se inspiran en dispositivos de control de los cuerpos y de los bienes de consumo.

Continuando su búsqueda formal en torno al modelo reducido, Antoine Nessi pretende trabajar en la maqueta por sí misma, pensándola como una obra en sí, con sus especificidades y su propio idioma.

Sus «arquitecturas-máquinas», productos híbridos de distintos tipos de espacios y lugares, evocan a la vez plantas de producción, fábricas agroalimentarias, plataformas de cría, pero también espacios que nos resultan familiares como las estanterías de los supermercados, los puestos de aduanas, los transportes públicos... Una serie de «no-lugares» fusionados en un espacio incierto que parece funcional, pero cuyo absurdo se revela al ojo atento: un comedor escolar en medio de una fábrica agroalimentaria, una caja registradora en un puesto de control de documentos de identidad, la cría industrial instalada en las estanterías de un supermercado...

Las maquetas de Antoine Nessi se despliegan en torno a las mismas contradicciones que las generan, dibujando lugares donde los cuerpos se pierden entre la producción y el consumo, el trabajo y el ocio, los cuidados y la enfermedad, el juego y el trabajo. El tránsito de cuerpos y de mercancías parece tomar los mismos caminos dentro de estos espacios cuya función ya no se puede identificar y donde ya no sabemos si es el humano quien utiliza la máquina o la máquina quien lo vampiriza.

Inmersas en esta fábrica caníbal que se alimenta de cuerpos y recicla mentes, las maquetas de Antoine Nessi remiten al espectador a su propia vida y a su propio cuerpo. En definitiva, se trata del horror ordinario y de la alienación de nuestro cotidiano contemporáneo que aparece bajo una forma bruta y desnuda: una arquitectura para los aspectos más inhumanos de nuestras existencias y las facetas más maquinales de nosotros mismos.