#AFM2022
Félix DESCHAMPS MAK
PINTURA
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CONTACTO
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Para Félix Deschamps Mak, la residencia en la Casa de Velázquez es una oportunidad para continuar su producción sostenida de cuadros en un contexto favorable al diálogo con otros artistas, pero también con otras disciplinas y fuentes de inspiración artísticas.
En Madrid, busca cultivar su relación con la pintura española, y viene a buscar un desarraigo, un nuevo impulso que propulse su pintura hacia otros horizontes pictóricos.
Hasta la propia técnica de Félix Deschamps Mak se impregna de todo lo que le rodea: la pintura clásica y moderna, los archivos, las fotos, los lugares en los que trabaja. Sin embargo, retrabaja sus composiciones una y otra vez, en las que se vislumbra la realidad sin descifrarla. Félix Deschamps Mak representa el vacío, la ausencia, pero sobre todo la inconclusión que se propaga hasta el ojo del espectador a través de todas las composiciones que sugieren una continuidad, una alternativa abierta que el pintor deja a la imaginación de cada uno.
Sus repetidas observaciones y las horas invertidas en copiar las obras de los grandes maestros inspiran a Félix Deschamps Mak la realización de la serie de pinturas al óleo que va a producir en la Casa de Velázquez. Mientras explora la ciudad y sus innumerables museos y lugares culturales, observa a Goya, al Greco o a Francis Bacon por su estética negra, en ocasiones cruel, tan característica.
El proyecto de Félix Deschamps Mak sigue así el hilo de sus múltiples inspiraciones y descubrimientos, en un constante movimiento de transcripción de lo real, que convierte su obra en una perpetua renovación y una sorpresa permanente.
Félix Deschamps Mak nació en 1996 y se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París en 2021, donde estudió en los talleres de Jean-Michel Alberola y de François Boisrond. Impregnado de pintura clásica y moderna, coleccionista asiduo de imágenes de arte, de fotografías de guerra y de archivos, compone cuadros en los que las nociones de espacio, de inconclusión y de ausencia alimentan un lenguaje singular y atemporal.
El artista concibe sus cuadros como decorados, y sus personajes como figuras. Los vacíos, las ausencias y la inconclusión revisten una importancia particular. La composición sugiere una continuidad, una alternativa posible. A menudo, vuelve al lienzo, lo retoma, lo modifica, lo recomienza, lo rehace. En su trabajo se perfila un juego de ecos. De un cuadro al otro, se responden las escenas, las composiciones, los colores y las referencias. Hay una parte de investigación, íntima y extraña, que transforma y mezcla las ideas, los ensayos y los accidentes, para convertirse en elementos que configuran su universo pictórico.
Como señala Henri Guette, miembro de los Jeunes Critiques d’art, «en los lienzos de Félix Deschamps Mak florece una especie de existencialismo hasta en el aislamiento de las figuras, que incluso cuando están juntas, guardan las distancias. [...] Procura abstraer las figuras de cualquier contexto distinto a la pintura, para establecer relaciones de contraste. Las tonalidades que van desde los grises de Payne casi azules a los amarillos y los rojos anaranjados nos recuerdan nuestra posición de espectador ante el acontecimiento, y permiten ir más allá del traumatismo, del efecto de estupefacción. El espectáculo puede continuar...».
Paralelamente a su trabajo como pintor, visita el taller de Richard Peduzzi. Firma varias escenografías, para Transsibérien je suis, de Philippe Fenwick, en el Teatro Nacional de Niza en 2015, para Bouvard et Pécuchet, de Gustave Flaubert, en La Coursive en 2018, para Le Bourgeois Gentilhomme, en la Ópera de Montpellier en 2019 y para L’Avare de Molière, en el Teatro Nacional Popular de Villeurbanne en 2022, dirigidas por Jerôme Deschamps.
Sus cuadros se han expuesto en exposiciones colectivas en la Escuela de Bellas Artes de París, en la Foire Aemergence en Paris y en La Criée – Teatro Nacional de Marsella. En 2022 se presentó su primera exposición individual en la Galería Lazarew, París.
TRAVAUX PRÉCÉDENTS ET RÉCENTS